EL EVANGELIO DE JESUCRISTO,
HIJO DE DIOS
Mateo 5,33-37
“No juréis en absoluto. Que vuestro hablar sea sí, sí, no, no. Lo que pasa de ahí viene del Maligno.”
Prohibir la mentira en el juramento es reconocer y tolerar su existencia fuera de él. Cristo va más allá que la ley cuando prohíbe la mentira en todas las circunstancias, haciendo así inútil el juramento. ◙ El juramento supone rebajar a Dios, haciéndolo intervenir en asuntos humanos. Si Dios está presente en la palabra humana, no lo es tanto por la invocación de su nombre como por la sinceridad del hombre. ◙ Jesús exige la veracidad absoluta de la palabra humana y elimina la distinción entre las palabras que tienen que ser verdaderas y aquellas que no lo son. ◙ El discípulo de Jesús debe inspirar confianza por sí mismo y no ha de estar ligado a ninguna otra cosa en la que tenga que afirmar su palabra. ◙ El cristiano nunca debe mentir, su palabra de seguidor de Jesús es suficiente, porque debe ser siempre verdadera. ◙ La veracidad debe quedar asegurada no mediante un juramento, sino por la integridad interior de la persona. La propia palabra debe encerrar dentro de sí la garantía de un compromiso personal, sin pretextos ni engaños. ◙ Hoy, en medio de tanta falsedad, de tanta mentira y engaño, donde las componendas y las falsas jugadas se hacen en beneficio de intereses egoístas que atentan contra la vida de los demás, ◙ los cristianos estamos llamados a denunciar y desenmascarar con la verdad del evangelio aquellas situaciones injustas donde se pone el nombre de Dios como testigo y garante del buen obrar. ◙ Cristo no quiere un hombre esclavizado; le quiere erguido y fiel a sí mismo.
Todo lo que es verdad viene de Dios; lo que es falsedad y mentira, del demonio.