EL EVANGELIO DE JESUCRISTO,
HIJO DE DIOS
Marcos 10,17-27
“Anda, vende lo que tienes, dale el dinero a los pobres... y luego sígueme.”
El “vende lo que tienes” lo traducimos en términos crematísticos, por lo que el “era muy rico” lo entendemos como que tenía muchas cosas. Pero nos equivocamos. Las riquezas de un hombre van más allá de sus bienes materiales: ◙ son su tiempo, su salud, sus deseos, sus afanes y preocupaciones, su descanso, su capacidad de juzgar y de amar, sus simpatías y antipatías… ¡Somos multimillonarios! ◙ Por eso, el “vende lo que tienes” es para todos, no sólo para los adinerados. “Vende lo que tienes” significa “despréndete de todo cuanto no sea Dios: tu dinero, tu tiempo, tus juicios, tus deseos y afanes… Y hasta de tu yo”. ◙ El no tener nada propio, el no aspirar a la acumulación, se convierte en una exigencia de Jesús para los que quieran seguirlo y aceptar su mensaje. El desprendimiento es signo de la entrega de la propia vida y de lo que se tiene en favor de aquellos que no tienen nada; ◙ es compartir con los desposeídos de la tierra, como una actitud de total encarnación en su propia realidad, compartiendo con ellos la vida y los bienes. ◙ Así se contribuye a crear en este mundo una sociedad nueva (el reino de Dios) donde reine la justicia y el ser humano encuentre su plenitud, y se podrá tener "un tesoro en el cielo": Dios nunca se deja ganar en generosidad. ◙ ”Vende lo que tienes” no es una orden que podamos cumplir al pie de la letra, pero sí es un espíritu que marca nuestra forma de poseer y de usar. ◙ "Después ven, sígueme" es dedicarse a lo único que merece la pena: construir el Reino. Jesús nos invita a "invertir bien", desechando valores que al final nos dejarán sin nada.
Hay algo más que “heredar la vida eterna”: seguir a Jesús y construir el Reino.