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Marcos 16,15-20 Texto y Comentario
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Marcos 16,15-20

“El Señor Jesús fue llevado al cielo y se sentó a la derecha de Dios.”

No podemos seguir pensando en un Jesús subiendo físicamente más allá de las nubes. ◙ La Ascensión del Señor es una experiencia que trasciende la historia, una experiencia interior de fe que nos hace conscientes de que el cielo y la tierra, la condición divina y la humana, quedan conectadas para siempre. ◙ Jesús despierta en nuestra mente una pregunta crucial: ¿Quién es este hombre? Su Ascensión, nos mueve a esta otra: ¿Quién soy yo? Y Jesús sentado a la derecha del Padre nos da la respuesta: tú eres alguien destinado a ese mismo destino. ◙ La Ascensión se convierte así en revelación de la esencia humana; en el fundamento de su dignidad. Por tanto, la Ascensión de Jesús nos propone un acto de fe en nosotros; no somos unos seres que nacen en la tierra y vuelven a ella tras la muerte, sino que estamos destinados a la plenitud que se muestra en Jesús. ◙ En Jesús se revela la grandeza de lo humano mucho más allá de las expectativas que nadie hubiese podido albergar. La Ascensión de Jesús nos muestra nuestra propia naturaleza; nos muestra lo que es un verdadero ser humano en plenitud, realizado en Dios, sentado a su derecha. ◙ Es el hombre Jesús el que está sentado a la derecha de Dios. Y somos nosotros los que estamos destinados a “ser semejantes a Él” a “verle cara a cara”. ◙ Ir al cielo no es llegar a un lugar, sino entrar para siempre en el Misterio del amor de Dios. Por fin, Dios ya no será alguien oculto e inaccesible. ◙ Aunque nos parezca increíble, podremos conocer, tocar, gustar y disfrutar de su ser más íntimo, de su verdad más honda, de su bondad y belleza infinitas. Dios nos enamorará para siempre.

La gloria de Dios es que el hombre viva, y la vida del hombre es ver a Dios.

(San Ireneo de Lyon)

©2024 Paco Travieso

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